Guía completa de mantenimiento del sistema de enfriamiento

El sistema de enfriamiento no solo protege el motor: lo mantiene vivo.
Un buen mantenimiento térmico puede evitar desde fallas menores hasta una reparación catastrófica. Esta guía te ayudará a establecer una rutina efectiva de revisión, limpieza y prevención.
🧰 ¿Qué incluye el mantenimiento básico?
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Revisión de niveles de refrigerante
→ Verifica que el depósito esté en rango y que el líquido mantenga su color y viscosidad. -
Inspección visual de fugas
→ Busca manchas húmedas en mangueras, conexiones, radiador y depósito. -
Chequeo del ventilador eléctrico o mecánico
→ Asegúrate de que active correctamente con el motor caliente. -
Revisión de mangueras y abrazaderas
→ Detecta hinchamientos, grietas, corrosión o elementos flojos. -
Limpieza externa del radiador
→ Elimina polvo, lodo, hojas o residuos con aire a presión o líquidos especiales. -
Flush (limpieza interna del sistema)
→ Se recomienda al menos una vez al año o con cada cambio de refrigerante. -
Verificación del termostato y sensores térmicos
→ Estos componentes regulan el flujo de refrigerante. Cualquier fallo afecta la eficiencia.
📅 Frecuencia recomendada
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Tipo de vehículo |
Revisión básica |
Limpieza interna (flush) |
Cambio de refrigerante |
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Autos particulares |
Cada 10,000 km o 6 meses |
1 vez al año |
Cada 2 años |
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Camiones / flotillas |
Cada 5,000 km o mensual |
Cada 6 meses |
Cada 12-18 meses |
Porque no basta con instalar un buen sistema: hay que saber mantenerlo funcionando al 100%.
🛠️ Recomendación final:
Un buen mantenimiento hoy es un motor sano mañana.
Establece una rutina preventiva, capacita a tu equipo y utiliza soluciones diseñadas para durar.